Clasificación de las fuentes de financiamiento

Las fuentes de financiamiento se pueden clasificar en:

Fuentes Internas, se originan dentro del ámbito de la empresa: beneficios no distribuidos, provisiones y amortizaciones; debido a que son recursos propios permite a la empresa gozar de mayor independencia y solvencia (en lo que respecta al pago de intereses onerosos), su limitante es que no permite niveles de inversión mayores a los que se obtendría con un préstamo.

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Fuentes Externas, porque nacen del aporte de agentes externos al ámbito productivo de la empresa; por ejemplo, los créditos, préstamos, descuentos comerciales, la emisión de obligaciones, el factoring o el leasing, así como otras fuentes similares como los inversionistas “ángeles” (clubes de profesionales que dedican parte de su patrimonio para proyectos innovadores de nuevas empresas), “venture capital” (inversiones a través de acciones que sirven para financiar startups de pequeño o mediano tamaño) o subsidios del gobierno a las empresas.

También se considera a los aportes de capital de los socios como fuente de financiamiento externo. No se debe confundir el financiamiento de fuentes externas con el financiamiento por fuentes ajenas (o por capital ajeno) que se define en función a la propiedad del capital (el capital ajeno siempre genera deudas), en esa clasificación los aportes de capital de socios constituyen fuente de financiamiento propio.

Otra clasificación es de acuerdo al plazo: financiamiento de corto plazo, si la devolución del capital es inferior a un (1) año; o financiamiento de largo plazo, si es mayor a 1 año (como los préstamos bancarios, las ampliaciones de capital o la emisión de obligaciones).

Escrito por: Econ. Jazmin Ramírez

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