Disciplina ciudadana para frenar la curva epidémica del coronavirus

Todos los expertos coinciden en afirmar que una de las claves para atenuar los efectos del coronavirus radica en detener el crecimiento de la curva epidémica, es decir, el objetivo está en ralentizar la marcha de la epidemia para evitar el colapso de los servicios sanitarios, y para cumplir con esta meta es fundamental la colaboración y disciplina ciudadana.

La disciplina puede entenderse como el conjunto de normas cuyo cumplimiento de manera constante, conducen a un cierto resultado. No hay lugar a dudas en que la situación a la que nos enfrentamos es cambiante y, por tanto, los escenarios de respuesta deben ser dinámicos, afrontamos una amenaza colectiva en la que cada uno puede convertirse en peldaño involuntario de la cadena de contagios, por tanto, cuanto antes se tome conciencia acerca de que en este momento los deberes se imponen sobre los derechos, más pronto se observaran los resultados.

Desde el pasado 9 de marzo un artículo científico sobre cómo abordar la fase de mitigación del Covid-19 publicado en la prestigiosa revista The Lancet, ya advertía al respecto, indicando entre otras cosas que: .”El modo en que los individuos reaccionen a las recomendaciones de las autoridades sobre la prevención de la transmisión será tan importante como la propia acción gubernamental, si no más importante aún”.

La pandemia del Coronavirus ha puesto a todos grandes pruebas, es innegable la dificultad que significa la paralización de actividades y el aislamiento preventivo, así como también la realidad de los grupos más vulnerables para quienes este momento implica el doble de esfuerzo, son millones para los que la opción de quedarse en casa representa una amenaza casi tan peligrosa como el propio virus del que huyen. Pese a las adversidades la mayoría de la población reitera a diario un gran nivel de consciencia colectiva al acatar las medidas destinadas a cortar las cadenas de contagio del COVID-19.

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Sin embargo, sigue observándose un alarmante número de infractores del aislamiento social. Este grupo que desatiende sistemáticamente los llamados que solo buscan protegernos ya no pueden seguir dudando de la gravedad de este virus que, además de ser una clara amenaza para la salud de las personas y el sistema sanitario también ha puesto en jaque la economía nacional. En cuanto a este sector de personas, el Ministro de Justicia, Fernando Castañeda, luego de que se registraran 1,400 personas detenidas en el primer día en que se dispuso la aplicación de un registro de infractores, alertó que “el Código Penal establece que quienes incumplan las medidas dispuestas para evitar la propagación de una enfermedad o pandemia, pueden ser pasibles de una pena privativa de la libertad entre seis meses a tres años”. En igual sentido, el máximo representante de la cartera ministerial indicó que en el caso de los ciudadanos que han sido diagnosticados con el COVID-19 y “a sabiendas transmiten la enfermedad a otras personas, al violar las medidas de aislamiento, podrían ir a prisión de tres a diez años, En caso de que uno de los contagiados fallezca o sufra de graves secuelas a causa del nuevo coronavirus, la pena se agrava y podría enfrentar entre 10 y 20 años de prisión“.

Una vez que pase toda esta tragedia de seguro se medirán muchas de las acciones que se llevaron a cabo, entre ellas la capacidad que tenemos de reaccionar, prevenir y atender una realidad de tal envergadura, pero uno de los más importantes juicios a la que nos someterá el COVID-19, será el de cuanta disciplina o cuanta irresponsabilidad tuvimos en esta lucha.

Súmate al esfuerzo por controlar esta emergencia sanitaria, el Perú está en nuestras manos, sigamos las recomendaciones de nuestro Gobierno, quédate en casa”

Escrito por: Abg. Jessica Navarro

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